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Explorando no antibióticos: Comprendiendo las interacciones entre fármacos y microbioma en el tratamiento de infecciones bacterianas.

Los no antibióticos con propiedades antibacterianas plantean un desafío único para la comprensión estándar de las interacciones de medicamentos dentro del cuerpo humano. Una investigación reciente realizada por Noto Guillen et al. profundizó en este fenómeno, resaltando el potencial de los no antibióticos para perturbar inadvertidamente el delicado equilibrio de la microbiota intestinal con sus efectos antimicrobianos no deseados. Al analizar una variedad de fármacos no antibióticos, el estudio reveló una divergencia significativa en las vías bacterianas afectadas por estos compuestos en comparación con los antibióticos tradicionales.

El análisis realizado por el equipo de investigación identificó patrones en el modo de acción de los antibióticos, que se agruparon por mecanismos esperados, y los no antibióticos, que tendieron a afectar vías bacterianas divergentes. Esta análisis basado en redes no solo arrojó luz sobre la fuente subyacente de los efectos secundarios asociados con el uso a largo plazo de ciertos fármacos, sino que también descubrió nuevas posibilidades para identificar objetivos inesperados para futuros antibióticos, como un factor de iniciación de la traducción bacteriana.

Entre los hallazgos clave se encontró la revelación de que los no antibióticos, incluidos los agentes psicotrópicos, podrían potencialmente contribuir al desarrollo de resistencia antibiótica a través de su impacto en los sistemas de eflujo. Esto resalta la necesidad crucial de investigar de cerca las implicaciones de los no antibióticos en la resistencia cruzada a los antibióticos en escenarios de la vida real.

El estudio analizó la actividad antibacteriana de 200 fármacos utilizando pantallas genéticas con eliminación de Escherichia coli codificada por barras, revelando más de 2 millones de interacciones gen-fármaco que subyacen a la toxicidad específica del fármaco. Vale la pena señalar que el análisis basado en redes ilustró que los antibióticos tendían a agruparse en módulos que correspondían a sus clases establecidas, mientras que los no antibióticos permanecían dispares. Esta separación en módulos distintos para los no antibióticos puede ofrecer nuevas ideas sobre posibles objetivos compartidos para nuevos agentes antimicrobianos.

Además, el análisis de los sistemas de eflujo reveló que estos sistemas desempeñan un papel significativo en la afectación de la eficacia tanto de los antibióticos como de los no antibióticos, enfatizando la importancia de estudiar más a fondo cómo los no antibióticos pueden afectar la resistencia cruzada a los antibióticos.

El papel crucial del microbioma humano en el mantenimiento de la salud general y en la influencia en la eficacia de diversos tratamientos terapéuticos no puede subestimarse. Estudios han demostrado que numerosos no antibióticos pueden tener un impacto sustancial en el microbioma humano, potencialmente llevando a la disbiosis. Cambios en la composición del microbioma se han asociado con una variedad de no antibióticos, incluidos antidiabéticos, inhibidores de bomba de protones, antipsicóticos y antiinflamatorios no esteroideos.

Es cada vez más evidente que la actividad antibacteriana de los no antibióticos a concentraciones fisiológicamente relevantes requiere una investigación más profunda sobre su modo de acción en las bacterias. La complejidad de estas interacciones subraya la importancia de comprender cómo varios medicamentos, tanto antibióticos tradicionales como no antibióticos, interactúan con el microbioma y potencialmente moldean las poblaciones microbianas en el cuerpo.

Al descubrir los mecanismos de toxicidad de los no antibióticos e identificar rasgos compartidos y distintivos con las clases de fármacos antibióticos estándar, los investigadores pueden allanar el camino para el desarrollo de nuevos antibióticos y abordar los desafíos potenciales planteados por las consecuencias no deseadas del uso de no antibióticos. Los conocimientos obtenidos de este estudio pueden tener implicaciones de gran alcance para el futuro desarrollo de antibióticos y estrategias de gestión de la resistencia antimicrobiana.

Fuente: https://www.science.org/doi/10.1126/science.adk7368