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IA y Datos de Satélite: Cartografiando las Fugas de Metano en la Infraestructura Global de Petróleo y Gas

El gigante tecnológico Google está apoyando un innovador proyecto de satélites destinado a mapear los niveles de metano en todo el mundo. El nuevo satélite, que se lanzará en marzo, orbitará la Tierra a una distancia de 300 millas y pasará sobre el planeta 15 veces al día. El gas metano, un potente gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global atrapando el calor en la atmósfera, es una preocupación importante para los científicos.

Si bien el metano se produce a través de diversas fuentes, el proyecto de Google se centrará específicamente en las emisiones de metano de las plantas de petróleo y gas. Estas instalaciones a menudo liberan metano a la atmósfera a través de la quema o la purga durante el proceso de extracción. En colaboración con el Fondo de Defensa Ambiental, un grupo climático global, Google tiene como objetivo utilizar los datos recopilados por el satélite para crear un detallado mapa de metano. Este mapa ayudará a identificar fugas de metano en la infraestructura de petróleo y gas en todo el mundo.

Los datos recopilados por el satélite serán procesados utilizando herramientas de inteligencia artificial de Google para generar información en tiempo real sobre los niveles de metano. Si se detecta una fuga significativa de metano, se notificará a la empresa responsable. Esta iniciativa se alinea con los esfuerzos internacionales para controlar las emisiones de metano, con la Unión Europea proponiendo medidas que incluyen obligar a los operadores de petróleo y gas a reparar las fugas y prohibir la quema de carbón por parte de los estados miembros para 2025.

El mapa de metano de Google, que estará disponible en Earth Engine, proporcionará información valiosa sobre las emisiones de metano en todo el mundo. El proyecto complementa iniciativas existentes, como el satélite Tropomi de la Agencia Espacial Europea, que también monitorea gases traza, incluido el metano, en la atmósfera. A pesar de estos esfuerzos, los niveles de metano continúan aumentando, con la NASA informando de un duplicación de los niveles de metano en los últimos 200 años, el 60% de los cuales se atribuyen a la actividad humana.

Una de las principales fuentes de emisiones de metano es la ganadería, especialmente de vacas. Cuando las vacas digieren su comida, liberan metano a través de eructos y flatulencias. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos publicó un informe en 2020 estimando que una sola vaca podría producir hasta 264 libras de gas metano anualmente. Con aproximadamente 1.5 billones de vacas criadas para carne en todo el mundo, la ganadería bovina es un contribuyente significativo a las emisiones de metano.

Si bien los satélites son efectivos para detectar fuentes de metano grandes, detectar emisiones difusas de fuentes como la agricultura sigue siendo un desafío. Peter Thorne, profesor de geografía física en la Universidad de Maynooth en Irland

Fuente: https://www.bbc.co.uk/news/technology-68293896